El sol nos aporta numerosos beneficios, desde la producción de vitamina D hasta la elevación de nuestro estado de ánimo. Sin embargo, una exposición prolongada a sus rayos también tiene sus inconvenientes, y uno de ellos es la queratosis actínica, una lesión cutánea precancerosa. Aquí te explicamos todo lo que necesitas saber sobre esta condición.
Introducción: El Doble Filo del Sol
La radiación ultravioleta del sol, aunque esencial para la vida, puede tener efectos perjudiciales en nuestra piel. Años de exposición sin la protección adecuada pueden llevar al desarrollo de la queratosis actínica, una de las afecciones cutáneas más comunes relacionadas con el daño solar.
¿Qué es la Queratosis Actínica?
La queratosis actínica se manifiesta como pequeñas áreas ásperas y escamosas en la piel. Estas lesiones, que pueden ser de diversos colores, desde rosadas hasta marrones, son el resultado del daño acumulado por el sol. Aunque no son cancerosas en su etapa inicial, tienen el potencial de convertirse en cáncer de piel.
¿Cómo Reconocerla?
Las zonas más afectadas son aquellas expuestas al sol: rostro, orejas, cuello, cuero cabelludo, hombros y manos. Las lesiones suelen ser:
- Pequeñas y ásperas al tacto
- De bordes poco definidos
- Con una superficie escamosa
- A veces, pueden picar o doler
¿Por Qué se Desarrolla?
Los principales factores incluyen:
- Exposición prolongada al sol: Sin protección adecuada.
- Fuentes artificiales de UV: Como las camas de bronceado.
- Piel clara: Las personas con piel clara tienen un mayor riesgo.
- Edad avanzada: La exposición acumulada a lo largo de los años puede llevar a su desarrollo.
Tratamientos Disponibles
1. Crioterapia:
Elimina la lesión congelándola con nitrógeno líquido.
2. Terapia fotodinámica:
Combina un medicamento fotosensibilizante con luz.
3. Cremas tópicas:
Aplicadas directamente en la lesión.
4. Curetaje o escisión:
La lesión se raspa o se extirpa quirúrgicamente.
Prevención: Tu Mejor Aliado
- Uso regular de protector solar: Con un factor de protección elevado.
- Evitar la exposición directa: Especialmente durante las horas de mayor radiación.
- Revisión dermatológica periódica: Para detectar y tratar a tiempo.
Conclusión
La queratosis actínica es una llamada de atención sobre los efectos acumulativos del sol en nuestra piel. Con información, prevención y chequeos regulares, podemos protegernos y mantener una piel saludable.
Queratosis Actínica – Clínica Mayo